Reina del cielo, doncella eterna
Señora Nuestra de la Unidad
Bajo tu manto lleno de estrellas
Madre gloriosa, danos lugar.
Somos tu pueblo, hoy te cantamos
Mil corazones, sólo una voz.
La senda noble, la virtud pura,
Grandes verdades, revelanos.
Danos la fuerza de las tormentas,
y la tibieza gentil del sol.
A vencer miedos, a secar llantos
A servir siempre, enseñanos.
Que el fuego de La Palabra
En nuestro pecho se haga canción.
Que los caminos se abran
Y nuestras voces canten Misión.
Y de tu mano seamos uno
Y para todos siempre habrá Pan.
Y de tu mano seamos uno
Buscando siempre sembrar la paz.